Anima Maris

Botado en 2021, el Anima Maris es un yate de vela de lujo de 49 metros que aporta elegancia contemporánea y comodidad espaciosa al panorama náutico croata. Su nombre, que significa «Alma del mar», refleja el espíritu de serenidad y sofisticación que define cada momento a bordo.

Con capacidad para 14 personas, el Anima Maris cuenta con seis camarotes de precioso diseño: dos suites principales, dos dobles y dos triples. Cada camarote está equipado con cuarto de baño, aire acondicionado y un refinado mobiliario que crea un ambiente tranquilo y lujoso. Con espacio para hasta ocho tripulantes, los huéspedes disfrutan de un servicio atento y de total privacidad durante todo el viaje.

El interior del yate es un ejemplo de estilo atemporal: maderas claras, texturas suaves y una iluminación cálida se combinan para crear un ambiente relajado y a la vez elegante. El salón ofrece una cómoda zona de descanso, un bar y un comedor, ideal para relajarse o reunirse con amigos y familiares. Las grandes ventanas enmarcan el mar e inundan el espacio con luz natural.

La vida al aire libre es fundamental en la experiencia del Anima Maris. Sus amplias cubiertas incluyen una zona para tomar el sol con lujosas tumbonas, un jacuzzi y una ducha al aire libre. La cubierta de popa está sombreada y preparada para cenar al aire libre, donde los huéspedes pueden disfrutar de la cocina mediterránea fresca preparada por el chef a bordo.

Para aquellos que buscan aventura, Anima Maris ofrece una amplia gama de juguetes acuáticos, incluyendo una lancha BRIG de 6,7 m con 175 CV, motos acuáticas, SeaBob, e-foil, tablas de paddle surf, esquís acuáticos, wakeboard, canoa, equipo de snorkel y una plataforma flotante YACHTBEACH con amarre para motos acuáticas. También hay juegos de mesa y cartas disponibles para pasar tardes tranquilas o noches relajadas.

Tanto si desea explorar bahías recónditas, visitar pueblos costeros históricos o simplemente disfrutar del ritmo del mar, Anima Maris ofrece una experiencia de alquiler de yates lujosa y profundamente personal. Es más que un yate: es un lugar para reconectar, recargar energías y enamorarse del Adriático.